
He detenido mi puerta quedá al universo contenido,
he mudado de piel, de latitudes geográficas y he abierto mi intransigente coraza.
Enciendo un cigarillo, dejo que los granos de café me devuelvan la energía perdida.
¡Por Dios! ¡es miércoles!... tengo que cumplir con mis obligaciones...